jueves, 23 de diciembre de 2010

SEGUNDA PEREGRINACIÓN DE PIEDAD ECUMÉNICA DE LA DIÓCESIS ZÁRATE-CAMPANA A LA BASILICA DE LUJÁN

Por segunda vez, y quedando fijado para la misma el lunes previo a la Navidad, tuvo lugar la peregrinación de piedad ecuménica, bajo el lema de u  diálogo intercultural y religioso para la paz.
Recordemos que la primera peregrinación de piedad ecuménica tuvo lugar el 21 de diciembre 2009. En efecto, por primera vez en la historia de la diócesis de Zárate-Campana se realizó una peregrinación de «piedad ecuménica» a la Basílica de Luján, en el espíritu del «ecumenismo espiritual» que nos ha pedido el Santo Padre Benedicto XVI, Sucesor de Pedro. En esa oportunidad, en 2009, los fieles laicos, y no pocos consagrados, procedentes de diversas regiones de la diócesis, y especialmente diversas asociaciones de fieles se congregaron piadosamente según el deseo del Santo Padre, para orar a la Virgen María por la unidad de la Iglesia y la concordia en toda la familia humana. De tal modo, haciendo «camino» con la Virgen, Pura y Limpia Concepción de Luján, la «Toda Hermosa», y siguiendo las huellas de Santa Brígida de Suecia, santa que destacó por su pasión por la mencionada unidad de la Iglesia, peregrinaron para adorar al Señor en la cercana Navidad, agradecer por el año 2009 y pedir por el que vendrá, poniendo en los pies benditos de la Virgen las necesidades y la unidad de la Iglesia y la concordia social en nuestra patria, ya tan cercana al festejo Bicentenario.
A modo de fuente de esta creciente pastoral se encuentra el encargo que el Obispo Mons. Oscar Sarlinga había efectuado de modo específico a la Comisión diocesana de Ecumenismo y Diálogo interreligioso acerca de la fundación y el fomento de «centros de piedad ecuménica» en distintos lugares de la diócesis, los cuales son una realidad naciente hoy, en las ciudades de Campana, Pilar y Baradero.  Cual antecedente fundacional, la asociación privada de fieles «Amigos de Santa Brígida de Suecia», radicada en la diócesis ha venido desde el año 2006 preparándose a la Navidad con una peregrinación en una recogida e íntima celebración en la cripta de la Basílica de Luján, en la capilla de la advocación mariana de Suecia, cuya imagen, la Inmaculada Concepción, talla de origen belga del siglo XV, está entronizada en Vadstena, primer monasterio fundado por Santa Brígida de Suecia, paradigma del «ecumenismo espiritual» a quien el Papa Juan Pablo II llamara «Profeta del III Milenio», y que en nuestra diócesis, desde el 8 de diciembre de 2007, junto a su discípula en el siglo XX, la beata madre María Isabel Hesselblad, ha sido declarada por Mons. Oscar Sarlinga como co-patrona de dicho ecumenismo espiritual en la diócesis.
A este respecto, cabe destacar que, como lo consigna la edición del diario “CLARÍN” del 13.12.2006, a instancias del cuerpo de profesores de la Universidad de Belgrano (Buenos Aires), la Beata Madre María Isabel Hesselblad (declarada “justa entre las naciones”) recibió de la misma Universidad un doctorado “honoris causa”:

VALORES RELIGIOSOS: DOCTORADO HONORIS CAUSA POST MORTEM
Una monja que salvó a judíos del odio nazi
La UB distinguió a la beata María Isabel Hesselblad por su actitud durante la II Guerra Mundial.

En plena persecución nazi antisemita, una monja católica refugió en su congregación de Roma a decenas de familias judías. Por ello María Isabel Hesselblad, de la orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida, arriesgó su vida y su ejemplo fue recordado por la Universidad de Belgrano, que le otorgó el doctorado honoris causa post mortem.   Nacida en una familia luterana, se convirtió al catolicismo luego de ayudar a enfermos católicos mientras trabajaba como enfermera en EE.UU. Luego dedicó su vida al ecumenismo e impulsó un movimiento por la paz.   Proclamada beata y reconocida como pionera del ecumenismo por Juan Pablo II, la Universidad de Belgrano acaba de otorgarle el doctorado honoris causa post mortem en Humanidades, por su valor y trayectoria de vida, resaltando el ecumenismo y el diálogo interreligioso.   María Isabel había nacido en Suecia en 1870 y fue bautizada en la religión luterana, hasta que la oración, el estudio y la devoción por la Virgen María la condujeron al catolicismo. En 1902 fue bautizada y vio claramente que debía dedicarse a la unidad cristiana.   Ya en Roma, San Pío X le concedió profesar sus votos religiosos y refundó la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida con la misión de orar y trabajar especialmente por la unión de los cristianos de Escandinavia con la Iglesia Católica. María Isabel murió el 24 de abril de 1957.  En el acto de doctorado, el presidente de la Universidad de Belgrano, Avelino Porto enfatizó: “En los tiempos que corren, cuando en gran parte del mundo se viven conflictos étnicos, políticos, económicos y sociales, es imprescindible rescatar el diálogo interreligioso. Creemos que la paz no sólo es una cuestión política o militar sino que tiene una dimensión espiritual. En este contexto las religiones que proponen y practican el amor al prójimo, el perdón y la gratitud, señalan una oportunidad de paz”. Por su parte, el obispo Oscar Sarlinga felicitó la decisión de distinguir a “una mujer, una religiosa, que ha sido declarada bienaventurada, beata, por la Iglesia católica, y también ‘justa entre las naciones’, por los hermanos de Israel”.

Beata Elisabeth Hesselblad, co-patrona del ecumenismo espiritual en la diócesis de Zárate-Campana
PROSIGUIENDO CON LA SEGUNDA PEREGRINACIÓN DE PIEDAD ECUMÉNICA
De la segunda peregrinación de piedad ecuménica participaron unos ciento treinta fieles en columnas provenientes de los partidos de Campana, Escobar, Pilar y Exaltación de la Cruz. Comenzó con el recitado del santo rosario en la cripta a las 15.45 dirigido por el Pbro. Dr. Néstor Daniel Villa, moderador de la Comisión Diocesana de Ecumenismo presidida por el señor obispo Monseñor Dr. Oscar Sarlinga. Diversos grupos tuvieron a cargo el desgranado de las Ave María en las capillas de la Encarnación, Ntra.Sra. de Copacabana, Ntra. Sra. De Caacupè, Ntra.Sra. Aparecida,y Ntra. Sra. De Walsingham, esta ùltima en el dècimo aniversario de su inauguración y entronización de la imagen. El acto piadoso comenzó y concluyó en la capilla sueca con un lucernario. Al inicio se cantò el “Angelus”, la colocación de ofrendas florales a Nuestra Señora, y se leyò el Santo Evangelio (Mt.1-18-25).La señora María Esther Shecre de De Domicis(Amigos de Santa Brìgida de Suecia) y la Sra. Tarsila Stefanin de Zechin(Legión de María y C.P.E. de Pilar) descubrieron la placa  previamente bendecida el 15 de agosto por el decenio del jubileo de las ordenes seglares en la co catedral de Belén de Escobar. En la conclusión, el himno sueco medieval “Muchos resplandores” El Padre Nuestro se recitó en griego, kechua, guaraní, portugués e inglés. También en la capilla inglesa, (Ntra. Sra. De Walsingham) se descubrió la placa conmemorativa del décimo aniversario de su fundación y entronización. Estuvo a cargo del P. Agustín Emilio Villa y la Sra. Herminia Corso de Severo. Una estación especial se realizó en la capilla polaca (Ntra. Sra. De Czestosjova), con ocasión de l inicio del donde se rezó el Padre Nuestro final, y se cantó el SALVE REGINA
En cada misterio se propuso un versículo bíblico adecuado al mismo(misterios gozosos) y se oró por la unión de la Iglesia, con la plena comunión con las Iglesias de Oriente y comuniones eclesiales de la Reforma, por el incremento del Diálogo judeo-Cristiano, la concordia y la paz para los cristianos de Medio Oriente, India y otros lugares donde Jesucristo es perseguido en sus fieles, y por la paz y la concordia entre todos los pueblos ,etnias, pertenencias religiosas y por el desarrollo de los pueblos como presupuesto para una paz estable fruto de la justicia.
Cabe destacar que el Padre Nuestro y los cantos en guaranì y kechua estuvieron a cargo de células de la Legión de María de barrios humildes de Pilar, compuesta precisamente por paraguayos y bolivianos. Julio Cesar Salazar (paraguayo) casado con una señora boliviana, y D. Sotelo (boliviano), ambos en las cercanías del Barrio Las Lomitas.
La cruz procesional y los ciriales fueron portados por acólitos del Barrio Santa Brígida (Maquinista Savio), donde funciona el Hogar Nuestra Señora de Lourdes a cargo de la Hna.Bussano.
Procesionalmente, al canto de “Virgencita de Luján” los peregrinos se trasladaron a la Basílica donde participaron de la santa misa a las 17.00 horas. Presidió el P. Hugo Lovatto, párroco de la catedral Santa Florentina y Delegado para Pastoral Juvenil y Vocacional de la Diócesis, y concelebraron los PP. Néstor Daniel Villa (quien tuvo a su cargo la homilía) el P. Agustín Villa. Acompañaron con música religiosa tanto el rosario como la santa misa, los jóvenes de la “Comunità Cenacolo”- quienes  tuvieron a  su vez el misterio en la capilla de Ntra. Sra. Aparecida y el canto del “Stella Polare”- , los jóvenes de los grupos juveniles presentes y de la Delegación Diocesana de Misiones a cargo de su responsable diocesano Don Eduardo Ayala. Guió la misa la srta. Beatriz Legasa de Legiòn de María (Comitium Campana) y efectuó la lectura la Hna. Laurentina Bussano. El Evangelio fue proclamado por el diácono Alberto Marzano y cabe destacar la presencia de varios seminaristas diocesanos tanto de Zárate-Campana como de Mercedes-Luján.
La Comunión eclesial “Iglesia Cristiana Evangélica” de Campana, fue invitada como observadora y se les solicitó una reflexión bíblica previa sobre la Anunciación a José (cf.Mt.1-18.25) al inicio del rosario). La pronunciò el . Miguel Angel Cesàreo. Se recibieron adhesiones de Suecia (Monasterio de Vadstena como de pastores de la Iglesia nacional Sueca) como de la Sociedad Israelita de Campana, del arzobispo Kissag Muradiàn(Primado de la Iglesia Apostólica Armenia en Argentina y Chile)

 HOMILIA DEL P. NESTOR VILLA
20 de mayo. BASÍLICA DE LUJÁN.
SEGUNDA PEREGRINACIÓN DE PIEDAD ECUMÉNICA-DIÓCESIS ZÁRATE-CAMPANA

Queridos padres y hermanos, a los pies de la imagen de la Pura y Limpia Concepción de la B .V. María de Luján, Patrona de esta Cuenca del Plata, de nuestra Patria Argentina y de nuestra Diócesis de Zárate-Campana, hemos venido como Pueblo de Dios, en esta inmediata preparación a la Navidad 2010, a pedir por la Unidad de la Iglesia, la Paz en la Patria y el Mundo, y por un sabio encuentro de pueblos, culturas y un  diálogo ecuménico e interreligioso auténtico, en el marco de la misma misión de la Iglesia. Una misma pasión nos congrega, la experiencia de Jesús en nuestra vida. Y en esta renovada celebración de la Navidad preguntarnos que significa realmente Jesucristo en nuestra vida, si de verdad le creemos y lo aceptamos, si estamos convencidos que es nuestro Dios y nuestro hermano, y si, además somos capaces de ser tan trasparentes como para que otros le vean a través de cada uno de nosotros y como Iglesia.
Paralelamente, constatamos que hay otros que experimentan a Jesucristo en sus vidas, hoy les hemos acogido, son nuestros hermanos, se dicen cristianos al igual que nosotros, pero diferimos en cuestiones diversas aunque sea común la fe y el bautismo es necesario no tenernos miedo, mirarnos sin recelos, y construir juntos. Muchas gracias a nuestros hermanos de la Iglesia Cristiana Evangélica de Campana.
Si analizamos los términos de este acto religioso, nos encontramos con tres vocablos que lo califican—PEREGRINACION—PIEDAD—-ECUMENICA
PEREGRINACION: somos miembros de la Iglesia peregrina. Peregrinación no es sinónimo de simple caminata, sino de adentrarnos en la contemplación en la Persona de Jesús, y aunque solo El es el Templo-lugar de encuentro entre Dios y el Hombre-(1), dedicamos a El, tiempos y lugares en este mundo para dejarnos potenciar de su gracia. Tiempos litúrgicos que nos elevan en el culto celebrando los Misterios de Salvación y lugares sagrados- los santuarios- donde percibimos su gracia más abundantemente, y que son una pregustación terrena de su gloria celeste. A este santuario mariano de Luján hemos venido con fe, devoción y temor de Dios.
PIEDAD: Nos referimos al cariño reverente, que en el contexto de la virtud de religión, le debemos a los padres y mayores. Piedad, devoción, para con la Iglesia y su unidad, esa piedad que movió a los santos a ejemplo del Salvador a quemar sus vidas en las brasas del amor divino por la unidad que el Maestro nos mandó. Es el trato y consideración de las cosas santas con el respeto que se merecen. No se trata de una peregrinación ecuménica, de la que participan diversas iglesias y comuniones eclesiales sino una peregrinación de fieles católicos, con la pasión y el interés renovado por la ansiada unidad de la iglesia, sin la cual el mundo no creerá, y dejar a Espíritu los tiempos y momentos, pero poniéndonos amorosamente en sus manos como instrumentos de reconciliación a imitación suya. (2)
ECUMENICA: si bien etimológicamente “Oecumene” significa hogar común, técnicamente se ha reservado al diálogo entre fieles cristianos. Rezar juntos en la común pertenencia a un mismo bautismo pidiendo la unidad. Y Diálogo Interreligioso, al diálogo entre creyentes cristianos y no cristianos, en el cual tiene un destacado lugar el Diálogo Judeo Cristiano por ser miembros de  una misma tradición común. No se reza juntos, pero se está juntos para orar, cada uno según su propia identidad. Ese diálogo interreligioso es imposible según el Santo Padre, si no va acompañado de un verdadero diálogo intercultural (3). Ese diálogo ecuménico e interreligioso debe descender a la pastoral ordinaria de la Iglesia, a sus comunidades y parroquias, a su propia misión evangelizadora, y no quedar reducido a una tarea de exquisitos o especialistas. Los diálogos teológicos se harán entre expertos, pero el diálogo de la caridad es patrimonio de todos, y mucho más una espiritualidad de acogida y esperanza .Y el diálogo intercultural es un camino para que se afiance la paz, obra de la justicia. (4)
En nuestro país Monseñor Moledo fuè un pionero en este accionar con su Mesa de Credos, en la década de 1960. Lo es también la “Fundación Wallenberg” y la “Fundación Casa Argentina en Israel-Tierra Santa”. Nuestra diócesis de Zárate-Campana ha sido abierta y generosa, en sus contactos ecuménicos, judeo cristianos e interreligiosos (5). Se vienen dando orgánicamente a partir del año 2006, con la creaciòn de una Comisión de Ecumenismo, Relaciones con el Judaísmo y el Diálogo Interreligioso, presidida por el mismo señor obispo Monseñor Dr .Oscar Domingo Sarlinga. Entre los profusos encuentros, destaca la proclamación de patronazgo para el ecumenismo espiritual y el diálogo interreligioso, el 8 de diciembre de 2007,  a Santa Brígida de Suecia-Profeta del III Milenio, y a su discípula la Beata Madre María Isabel Hesselblad, Justa entre las Naciones. Hasta entonces, la participación en nuestra diócesis era de tipo sectorial a travès de asociaciones como la LEGION DE MARIA, LA LIGA DE MADRES DE FAMILIA  y la Orden Seglar y los .

Santa Brígida de Suecia, patrona del ecumenismo espiritual en la diócesis. Mayólica del monolito de Maquinista Savio (Pilar)
Desde el 2006, entonces se han multiplicado e intensificado dichos encuentros, como tambièn se han originado en la experiencia de la Asociación Privada de Fieles los centros de piedad ecuménica de los que se ha dado debida cuenta tanto en la web del Obispado como en la de la misma antemencionada asociación.
Y ahora, fruto de esta pastoral ecuménica, la de Zarate-Campana. Si bien se invita a otros miembros de comunidades eclesiales cristianas, se lo ha a manera de observadores, como gesto de evangélica y fraterna buena voluntad .No hay iglesias orientales ni comuniones eclesiales históricas de la Reforma en nuestra diócesis. Y aún, no solo las pocas que hay, carecen en su tradición de culto la devoción mariana, lo cual podría predicarse también de las de Buenos Aires, ya que quienes participan desde las comuniones de la Reforma, lo hacen a título personal. Esta es nuestra segunda peregrinación diocesana. Ya ha quedado establecido el lunes previo a la Navidad, dentro de la misma novena. En el espíritu del y de la .
No es momento de hacer un balance minucioso pero si, de agradecer a la PEREGRINACION ECUMENICA DE BUENOS AIRES (miembros de la Iglesia Católica de otras Iglesias y comuniones orientales y de la Reforma) nacida del coraje de sus organizadores, los equipos de las parroquias de la Inmaculada concepción (Belgrano) y Sagrada Eucaristía, especialmente Enrique Costemalle, con quienes hemos compartido de una u otra manera por muchos años, el quehacer ecuménico, aquì y allà.
No podemos dejar de recordar a quienes silenciosamente han contribuido a travès  de la   Asociación Privada de Fieles , reconocida y alabada por nuestro obispo Monseñor Oscar Sarlinga, a tender puentes a travès de devocionales, peregrinaciones, simposios, y por sobre la acogida al hermano cristiano, judìo y de otras religiones con una caridad clara y sincera. Nuestro recuerdo a quienes nos precedieron en el camino y la luz de la fe y duermen el sueño de la paz, Mercedes (Calvo de Villa), Enrique (Caurel), Arturo (Yungano), Augusto (Fernandez Artl), Charlie (Halperìn) y Marianne (Kottmeier). Recordar a Ruth (Gesang de Sandler) Z`L`, al Rabino Dr. Angel Kreiman Brill, a la Sociedad Israelita de Campana por su permanente amistad, al arzobispo armenio apostólico Kissag Mouradián y a todos cuantos se acercaran a nuestra diócesis con amor y generoso espíritu de Diàlogo. Gracias a las monjas del primer monasterio de la Orden del Santísimo Salvador (Vadstena-Suecia) que nos acompañan con su oración en este día, del capellán real emérito de la Iglesia Nacional Sueca, ahora en Suecia, Rev Winterstam por su adhesión y la de tantos hermanos, católicos y luteranos, desde Suecia y otras partes del mundo.
Con esa certeza que Jesucristo permaneció nueve meses en el seno de María Santísima, permanece hasta la Parusía en el tabernáculo de Fe de la iglesia; y en el conocimiento y el amor del alma fiel por los siglos de los siglos (6). Busquemos a Cristo, Luz, Camino, Verdad y Vida,c on todo el amor del que seamos capaces. Jesucristo, Hijo Eterno del Padre e hijo de la Virgen María, Verbo Encarnado No nos abandonará, a cada instante estará en nuestra alma pues està con nosotros hasta el fin del mundo (7).
Los textos de hoy, en la tensión dramática que la liturgia imprime a este novenario preparatorio, aluden a la Anunciación. Ese anuncio a José, (cf.Mateo 1, 18-25), el anuncio que el Profeta hace de manera virtual sobre Dios-con-nosotros en el sucesor del rey Acaz (Isaìas 7-10-14) y el relato de Lucas(1,26-38) de la Anunciación a María, nos interpelan como anuncio personal de Dios que vino, viene y que vendrá. Y nos invita aceptarlo en la fe como su primer discípula, Madre de Dios y Madre nuestra; con la ternura de José y la humildad de una cuna vacía en nuestra alma para que solo El la llene, nos transforme e impulse como a los pastores, a los Ángeles y a los Magos a ser sus testigos hasta el fin del mundo. Si El vino, nada, ni la muerte podrá ser obstáculo a su reinado de paz.
Vemos que el Santo Nombre de Jesús es vulnerado en los cristianos (8). En diversas partes del mundo. Hermanos nuestros que sufren destierro, persecución y muerte por pertenecerles. Constatamos también, que en este contexto de globalización, se ha globalizado la miseria y la exclusión. Y Jesús es arrojado fuera en el hermano que sufre hambre, falta de techo, de medicina, de trabajo digno, y aún su reducción a la esclavitud que creíamos desaparecida (9). Pedimos al Niño de Belén, Rey Pacífico para que nadie utilice a su prójimo para destruir la sagrada imagen de Dios con la cual fue llamado a la vida .Por el respeto a la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Por el derecho a crecer en una familia como el Creador diseñó. Que quienes tienen a su cargo el bien común de los pueblos procuren ese bien común, no sólo bienestar, sino sobre todo, la virtud de sus ciudadanos y la concordia entre las clases sociales y los demás pueblos y culturas de la tierra. La paz es obra de todos, la política ejercicio de la justicia y la construcción de la sociedad civil un deber y un derecho que incumbe a todos, gobernantes y gobernados. Lo pedimos por el amor y obediencia de María,  la , la de San José, el varón justo y de los Ángeles y Santos.
La acción ecuménica tiene un doble movimiento. Por una parte la búsqueda convencida, apasionada y tenaz para encontrar toda la unidad en la verdad, para idear modelos de unidad, para iluminar oposiciones y puntos oscuros en orden a la consecución de la unidad. Y esto en el necesario dialogo teológico, pero sobre todo en la oración y en la penitencia, en ese ecumenismo espiritual que constituye el corazón latente de todo el camino: la unidad de los cristianos es y sigue siendo oración, habita en la oración. Por otra parte, otro movimiento operativo, que surge de la firme conciencia de que nosotros no sabemos la hora de la realización de la unidad entre todos los discípulos de Cristo y no la podemos conocer, porque la unidad no la “hacemos nosotros”, la “hace” Dios: viene de lo alto, de la unidad del Padre con el Hijo en el diálogo de amor que es el Espíritu Santo; es un tomar parte en la unidad divina. Y esto no debe hacer disminuir nuestro compromiso, al contrario, debe hacernos cada vez más atentos a captar los signos de los tiempos del Señor, sabiendo reconocer con gratitud lo que ya nos une y trabajando para que se consolide y crezca. Al final, también en el camino ecuménico, se trata de dejar a Dios lo que es únicamente suyo y de explorar, con seriedad, constancia y dedicación, lo que es tarea nuestra, teniendo en cuenta que a nuestro compromiso pertenecen los binomios de actuar y sufrir, de actividad y paciencia, de cansancio y alegría (10).
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notas:
1.Hebreos 9.
2. Carta del Santo Padre Benedicto XVI al Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos del 18 de noviembre de 2010.
3. Carta del Santo Padre Benedicto XVI al Presidente de Irán del 3 de noviembre de 2010.Discursos de su viaje pastoral a Turquía del 7 de julio de 2009, a Israel y Jordania( 2009) a Inglaterra (2010) y España (2010) y discurso de bienvenida al embajador turco Kerian Gursôy del 7 de enero de 2010.
4. Documento de Aparecida (227-234).
5. Tanto en la web del Obispado Zàrate-Campana: www.obispadozaratecampana.org, como en la de la asociación Amigos de Santa Brìgida: www.amigosdesantabrigida.com, y tambièn en los Anuarios Santa Brìgida de Suecia profeta del III milenio (2006) y el archivo de LA AUTENTICA DEFENSA DE CAMPANA pueden consultarse dichos eventos.
6.Sermones del beato Isaac abad del monasterio de Stella(Sermón 51-PL.194, 1865, edición 1845).
7. San Ambrosio “De virginitate”( PL 16, 285-286, edición 1845).
8. Bernard Henry Levi: Corriere Della Sera edición del 19 de noviembre de 2010. No solo el Santo Padre y los Episcopados denuncian la persecución de cristianos por regímenes fundamentalistas, y de un laicismo agresivo e intolerante sino este mismo intelectual francés, ateo y de la nueva izquierda.
9 .Villa,N.: Santa Brígida de Suecia-Profeta del III Milenio(Buenos Aires 2010) pg.111.
10. Ver nota numero 3.

viernes, 10 de diciembre de 2010

PROCESIÓN NÁUTICA POR EL PARANÁ HASTA LA "ESCUELA DE LA ISLA" DEL OBISPADO DE ZÁRATE-CAMPANA








Dada la gran cantidad de celebraciones en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, nuestro Obispo Mons. Sarlinga delegó al vicario general, Mons. Edgardo Galuppo, junto con el cura párroco de la catedral y demás sacerdotes y fieles laicos para la tradicional procesión náutica.

Procesión Náutica en el día de la Inmaculada Concepción
El pasado 8 de diciembre, partió del puerto de la Ciudad de Campana una procesión náutica encabezada por la Imagen de la Nuestra Señora Stella Maris hasta la escuela Nuestra Señora de las Islas, perteneciente al obispado de Zárate-Campana, ubicada en la intersección del canal Alem y el Rio Carabela.
En torno a las 09.00 hs del día miércoles, partió del puerto de la Ciudad de Campana la procesión náutica que se realiza todos los años para el Día de la Inmaculada Concepción. A partir de las 08.00 hs los fieles comenzaron a congregarse en el puerto esperando el arribo de la Imagen de Nuestra Señora bajo la advocación de Stella Maris. Dicha imagen pertenece, desde 1963, al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos de Campana, a quienes se los invitó este año para llevar la imagen durante la procesión. Una vez llegada la imagen, se procedió a su entronización en uno de los barcos y se dió inicio al recorrido náutico.
Durante la procesión, que se llevó a cabo por el Canal Alem y el Río Carabelas, los fieles rezaron el rosario y entonaron cantos a la Virgen. La misma fue transmitida por canal 68 Banda Marina y en ocasiones por FM Santa María.
Después de más de una hora de viaje, las 4 embarcaciones de pasajeros que habían partido del puerto de la Ciudad de Campana, más las otras embarcaciones, lanchas y botes  que se habían ido sumando en el transcurso de la procesión, sumada la embarcación de Prefectura Naval Argentina que custodió y acompaño a la  columna de navíos en el recorrido náutico, arribaron al Centro de Formación Profesional Nº 402 Nuestra Señora de las Islas. Al llegar las embarcaciones, la Imagen de Nuestra Señora fue recibida por centenares de personas provenientes de diferentes sectores de las islas, así también como por alumnos, padres y personal de la institución, miembros del S.O.M.U, prefectura naval y fieles de la ciudad de campana, en su mayoría, que se habían trasladados al lugar para esta ocasión, muchos de ellos en las diferentes embarcaciones antes mencionadas.
Arribada la Imagen se procedió a otra peregrinación, pero esta ya no náutica, sino terrestre, que partió del muelle del Centro de Formación Profesional hasta la Imagen de Nuestra Señora de las Islas que se encuentra en un eucalipto nonagenario. La misma fue acompañada por cantos, coplas y oraciones.
Culminada la procesión se celebró la Santa Misa en la institución la cual estuvo acompañada de bautismos, comuniones y confirmaciones a cargo de Monseñor Edgardo Galuppo (Vicario General de la Diócesis). La Misa fue concelebrada por los presbíteros  Hugo Lovatto (Párroco de la Catedral) Lucas Martínez (Vicario de la Catedral y Capellán de la Escuela de Prefectura), Agustín Villa (Vicario de la Catedral) y Alfredo Meoniz (Párroco de Beata Teresa de Calcuta y Delegado Diocesano para los Inmigrantes, Itinerantes y Navegantes). Los cuales estuvieron asistidos durante la misma por el Seminarista Juan Errecalde y Agustín Troncoso (Joven de la Catedral).
La tradicional procesión la organiza cada año en conjunto el Centro de formación Profecional  y la Parroquia Catedral con su Pastoral de Islas y distintas personas e instituciones que colaboran.
A continuación de la misa, los centenares de personas que asistieron, compartieron un almuerzo y disfrutaron del resto del día junto al río.

lunes, 6 de diciembre de 2010

LA DIÓCESIS DE ZÁRATE-CAMPANA SE PREPARA A CELEBRAR A LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA VIRGEN


El próximo 8 de diciembre, juntamente con la tradicional procesión náutica en el Paraná de las Palmas, se celebran las Bodas de Plata de la parroquia de la Inmaculada Concepción en Maquinista Savio (localidad entre Escobar y Pilar) y el 5to. aniversario de la presencia de la comunidad “Cenacolo” de recuperación de tóxico-dependientes (en la Casa de Nuestra Señora de Luján, en Exaltación de la Cruz-Pilar). El Obispo Mons. Oscar Sarlinga presidirá las dos últimas celebraciones mencionadas, respectivamente a las 19 y a las 11. 
La Anunciación, de Goya
 Jesús, concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de María Virgen

1. El Nombre de “Jesús” significa “Salvador”. Este mismo Jesús, que vivió treinta años en Nazaret, en Galilea, es el Hijo Eterno de Dios, “concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de María Virgen”. Lo proclaman los Símbolos de la Fe, el Símbolo de los Apóstoles y el niceno-constantinopolitano; lo han enseñado los Padres de la Iglesia y los Concilios, según los cuales, Jesucristo, Hijo eterno de Dios, es “ex substantia matris in saeculo natus” (cf. Símbolo Quicumque, DS 76). La Iglesia, pues, profesa y proclama que Jesucristo fue concebido y nació de una hija de Adán, descendiente de Abraham y de David, la Virgen María. El Evangelio según Lucas precisa que María concibió al Hijo de Dios por obra del Espíritu Santo, “sin conocer varón” (cf. Lc 1, 34 y Mt 1, 18. 24-25). María era, pues, virgen antes del nacimiento de Jesús y permaneció virgen en el momento del parto y después del parto. Es la verdad que presentan los textos del Nuevo Testamento y que expresaron tanto el V Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla el año 553, que habla de María “siempre Virgen”, como el Concilio Lateranense, el año 649, que enseña que “la Madre de Dios… María… concibió (a su Hijo) por obra del Espíritu Santo sin intervención de varón y que lo engendró incorruptiblemente, permaneciendo inviolada su virginidad también después del parto” (DS 503).

2. Esta fe esta presente en la enseñanza de los Apóstoles. Leemos por ejemplo en la Carta a de San Pablo a los Gálatas: “Al llegar la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer… para que recibiéramos la adopción” (Gál 4, 4-5). Los acontecimientos unidos a la concepción y al nacimiento de Jesús están contenidos en los primeros capítulos de Mateo y de Lucas, llamados comúnmente “el Evangelio de la infancia”, y es sobre todo a ellos a los que hay que hacer referencia.

3. Especialmente conocido es el texto de Lucas, porque se lee frecuentemente en la liturgia eucarística, y se utiliza en la oración del Ángelus. El fragmento del Evangelio de Lucas describe la anunciación a María, que sucedió seis meses después del anuncio del nacimiento de Juan Bautista (cf. Lc 1, 5-25). “ fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc 1, 26). El ángel la saludó con las palabras “Ave María”, que se han hecho oración de la Iglesia (la “salutatio angelica”). El saludo provoca turbación en María: “Ella se turbó al oír estas palabras y discurría qué podría significar aquella salutación. El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios, y concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. Él será grande y llamado Hijo del Altísimo… Dijo María al ángel: ¿Cómo podrá ser esto, pues yo no conozco varón? El ángel le contestó y dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra, y por eso el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios” (Lc 1, 29-35). El ángel anunciador, presentando como un “signo” la inesperada maternidad de Isabel, pariente de María, que ha concebido un hijo en su vejez, añade: “Nada hay imposible para Dios”. Entonces dijo María: “He aquí a la sierva del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 37-38).

4. Este texto del Evangelio de Lucas constituye la base de la enseñanza de la Iglesia sobre la maternidad y la virginidad de María, de la que nació Cristo, hecho hombre por obra del Espíritu. El primer momento del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios se identifica con la concepción prodigiosa sucedida por obra del Espíritu Santo en el instante en que María pronunció su “sí”: “Hágase en mi según tu palabra” (Lc 1, 38).

5. El Evangelio según Mateo completa la narración de Lucas describiendo algunas circunstancias que precedieron al nacimiento de Jesús. Leemos: “La concepción de Jesucristo fue así: Estando desposada María, su Madre, con José, antes de que conviviesen se halló haber concebido María del Espíritu Santo. José, su esposo, siendo justo, no quiso denunciarla y resolvió repudiarla en secreto. Mientras reflexionaba sobre esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir en tu casa a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús, porque salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 18-21 ).

6. Como se ve, ambos textos del “Evangelio de la infancia” concuerdan en la constatación fundamental: Jesús fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de María Virgen; y son entre sí complementarios en el esclarecimiento de las circunstancias de este acontecimiento extraordinario: Lucas respecto a María, Mateo respecto a José.
Para identificar la fuente de la que deriva el Evangelio de la infancia, hay que referirse a la frase de San Lucas: “María guardaba todo esto y lo meditaba en su corazón” (Lc 2, 19). Lucas lo dice dos veces: después de marchar los pastores de Belén y después del encuentro de Jesús en el templo (cf. 2, 51). El Evangelista mismo nos ofrece los elementos para identificar en la Madre de Jesús una de las fuentes de información utilizadas por él para escribir el “Evangelio de la infancia”. María, que “guardó todo esto en su corazón” (cf. Lc 2, 19), pudo dar testimonio, después de la muerte y resurrección de Cristo, de lo que se referí la propia persona y a la función de Madre precisamente en el período apostólico, en el que nacieron los textos del Nuevo Testamento y tuvo origen la primera tradición cristiana.

7. El testimonio evangélico de la concepción virginal de Jesús por parte de María es de gran relevancia teológica. Pues constituye un signo especial del origen divino del Hijo de María. El que Jesús no tenga un padre terreno porque ha sido engendrado “sin intervención de varón”, pone de relieve la verdad de que Él es el Hijo de Dios, de modo que cuando asume la naturaleza humana, su Padre continúa siendo exclusivamente Dios.

8. La revelación de la intervención del Espíritu Santo en la concepción de Jesús, indica el comienzo en la historia del hombre de la nueva generación espiritual que tiene un carácter estrictamente sobrenatural (cf. 1 Cor 15, 45-49). De este modo Dios Uno y Trino “se comunica” a la criatura mediante el Espíritu Santo. Es el misterio al que se pueden aplicar las palabras del Salmo: “Envía tu Espíritu, y serán creados, y renovarás la faz de la tierra” (Sal 103/104, 30). En la economía de esa comunicación de Sí mismo que Dios hace a la criatura, la concepción virginal de Jesús, que sucedió por obra del Espíritu Santo, es un acontecimiento central y culminante. Él inicia la “nueva creación”. Dios entra así en un modo decisivo en la historia para actuar el destino sobrenatural del hombre, o sea, la predestinación de todas las cosas en Cristo. Es la expresión definitiva del Amor salvífico de Dios al hombre, del que hemos hablado en las catequesis sobre la Providencia.

9. En la actuación del plan de la salvación hay siempre una participación de la criatura. Así en la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo María participa de forma decisiva. Iluminada interiormente por el mensaje del ángel sobre su vocación de Madre y sobre la conservación de su virginidad, María expresa su voluntad y consentimiento y acepta hacerse el humilde instrumento de la “virtud del Altísimo”. La acción del Espíritu Santo hace que en María la maternidad y la virginidad estén presentes de un modo que, aunque inaccesible a la mente humana, entre de lleno en el ámbito de la predilección de la omnipotencia de Dios. En María se cumple la gran profecía de Isaías: “La virgen grávida da a luz” (7, 14; cf. Mt 1, 22-23); su virginidad, signo en el Antiguo Testamento de la pobreza y de disponibilidad total al plan de Dios, se convierte en el terreno de la acción excepcional de Dios, que escoge a María para ser Madre del Mesías.

10. La excepcionalidad de María se deduce también de las genealogías aducidas por Mateo y Lucas.
El Evangelio según Mateo comienza, conforme a la costumbre hebrea, con la genealogía de Jesús (Mt 1, 2-17) y hace un elenco partiendo de Abraham, de las generaciones masculinas. A Mateo de hecho, le importa poner de relieve, mediante la paternidad legal de José, la descendencia de Jesús de Abraham y David y, por consiguiente, la legitimidad de su calificación de Mesías. Sin embargo, al final de la serie de los ascendientes leemos: “Y Jacob engendró a José esposo de María, de la cual nació Jesús llamado Cristo” (Mt 1, 16). Poniendo el acento en la maternidad de María, el Evangelista implícitamente subraya la verdad del nacimiento virginal: Jesús, como hombre, no tiene padre terreno.
Según el Evangelio de Lucas, la genealogía de Jesús (Lc 3, 23-38) es ascendente: desde Jesús a través de sus antepasados se remonta hasta Adán. El Evangelista ha querido mostrar la vinculación de Jesús con todo el género humano. María, como colaboradora de Dios en dar a su Eterno Hijo la naturaleza humana, ha sido el instrumento de la unión de Jesús con toda la humanidad.

viernes, 3 de diciembre de 2010

COMO EL AVE FÉNIX

Hemos iniciado el período del adviento.
Un tiempo de espera y de esperanza.
El Ave Fénix como símbolo de Resurreción, en la nimbata di Santa Prassede, Roma, 
en las cercanías de la Basílica de Santa María Maggiore

Mateo 24, 37-44

Como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del hombre. Porque como en los días que precedieron al diluvio, comían, bebían, tomaban mujer o marido, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y los arrastró a todos, así será también la venida del Hijo del hombre. Entonces, estarán dos en el campo: uno es tomado, el otro dejado; dos mujeres moliendo en el molino: una es tomada, la otra dejada. "Velad, pues, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, estaría en vela y no permitiría que le horadasen su casa. Por eso, también vosotros estad preparados, porque en el momento que no penséis, vendrá el Hijo del hombre.

Reflexión

Entre las múltiples leyendas de la mitología griega, nos ha sido transmitida la del ave Fénix. Después de haber sido sacrificada, esta águila real, por una especial concesión de los dioses, fue capaz de rehacerse desde sus propias cenizas y recibir el don de la inmortalidad. Desde entonces, esta ave Fénix es símbolo de esperanza y de resurrección a una vida nueva, a pesar de los fracasos más rotundos de la existencia humana.

Es curioso que los griegos hayan imaginado también esta leyenda, ya que su concepción de la vida era, más bien, un tanto trágica y pesimista. Sin embargo, gracias al cielo, nunca han faltado espíritus positivos en todas las culturas, ya que en el corazón del hombre anida un anhelo infinito de eternidad, y le es imposible vivir sin esperanza. Se asfixiaría.

Hace ya tiempo escuché en la predicación de un santo sacerdote esta sentencia: “a medida que avanzamos por la vida, tenemos mayor necesidad de vivir con más esperanza”. He de confesar que esas palabras me impresionaron, aunque tal vez no tenía por entonces muchas experiencias personales que ratificaran esa afirmación. A la vuelta de varios años –aunque todavía soy joven— me he dado cuenta de esta profunda verdad.

No hay ninguna persona en este mundo sin sufrimiento. Pero cuando uno, como sacerdote, puede acercarse al mundo de las almas y penetrar en el fondo de su corazón, se da cuenta de la inmensidad de los sufrimientos físicos, morales y espirituales que afligen hoy a tantos seres humanos. Y creo que nadie como el sacerdote está mejor dotado para comprender y compartir esos sufrimientos. Porque el sacerdote no es sólo una persona con un gran sentido de humanidad; Dios ha querido colocarlo como un puente entre Él y los hombres para llevarlos a Él. Por eso, es capaz de amar de un modo puro, generoso y desinteresado a sus semejantes, de sentir una profunda simpatía por ellos, de compadecerse de sus dolores, y tratar de tenderles una mano y ayudarles en sus necesidades espirituales. Yo no sé si ésta será la experiencia de todos. Yo hablo por mí mismo y de mi propia experiencia.

Hoy iniciamos el período del adviento. Y el adviento es, ante todo, un tiempo de espera y de esperanza. No es la misma cosa, aunque exista entre ellos un gran parentesco. Se puede esperar algo o a alguien, y no necesariamente tener la virtud de la esperanza cristiana. Ésta nace de una fe en Dios muy intensa, profunda y verdadera, que nos lleva a confiar ciegamente en su gracia, en su poder, y a esperar con certeza plena en el cumplimiento de todas sus promesas.

¿Cuáles promesas? Las que nos ha revelado en la Sagrada Escritura y a través de nuestra santa madre, la Iglesia. Es decir, aquellas verdades que confesamos en nuestra fe y que se hallan contenidas en el credo. Pero, además, todo aquello que nuestro Señor Jesucristo nos prometió en el santo Evangelio y en lo que Dios nos transmitió por boca de sus profetas.

Entre ellos, Isaías es el gran cantor de la esperanza, el profeta de la esperanza mesiánica por antonomasia. Y, aunque Isaías profetizó varios siglos antes de la llegada del Mesías, sus promesas son siempre actuales y perennes, pues llevan el sello de la eternidad de Dios.

Hoy la Iglesia nos ofrece estas maravillosas palabras: “En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes, encumbrado sobre las montañas y hacia él confluirán todas las naciones. Acudirán pueblos numerosos, que dirán: ‘Venid, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob, para que Él nos instruya en sus caminos y podamos marchar por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley; de Jerusalén, la palabra del Señor’... Él será el árbitro de las naciones y el juez de pueblos numerosos. De las espadas forjarán arados y de las lanzas, podaderas; ya no alzará la espada pueblo contra pueblo, ya no se adiestrarán para la guerra. ¡Venid, marchemos, caminemos a la luz del Señor!”.

Son palabras que se refieren a la llegada del Mesías. Pero, al mismo tiempo, promesas que están siempre en espera de un cumplimiento definitivo. Con el nacimiento de Jesús en Belén, Dios cumplió su promesa. Pero aún no hemos llegado a esa bendita edad de oro anunciada por el profeta. Es la paz que anhela profundamente nuestro corazón y por la que suspira todo nuestro ser. Es la paz que poseeremos plenamente en la vida futura, en donde “ya no habrá hambre, ni sed, ni caerá sobre ellos el sol ni calor alguno porque el Cordero, que está en medio del trono, los apacentará y los guiará hasta las fuentes de las aguas de la vida, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos” (Ap 7, 16-17).

A esa paz llegaremos al final de los tiempos, cuando Dios “cree unos cielos nuevos y una tierra nueva, y ya no se recuerde lo pasado...”. Entonces nos gozaremos en “un gozo y alegría eternas” ante lo que Dios va a crear para nosotros (Is 65, 17ss).

Pero, para llegar a esa paz y a esa dicha bienaventurada, tenemos que preparar ya desde ahora nuestro corazón y tratar de vivir con el corazón en el cielo. Y con los pies sobre la tierra. Nuestro Redentor está para llegar esta Navidad, y necesitamos preparar nuestra alma para su próxima venida.

Hemos de disponer nuestros corazones con la oración y la vigilancia –como nos recomienda hoy el Señor en el Evangelio— para poder vivir dignamente, en estado de gracia y en amistad con Él. Fue éste mismo el consejo que nos dejó antes de su Pasión: “Vigilad y orad para que no caigáis en tentación, pues el espíritu está pronto, pero la carne es flaca” (Mt 26, 41).

Si vivimos así, nuestra esperanza no será un idealismo utópico, sino una actitud existencial realista y un comportamiento cristiano personal y exigente. Así podremos prepararnos dignamente para la doble venida del Señor: en el tiempo y en la eternidad.

Y entonces seremos mucho más que un ave Fénix. Seremos como ángeles y gozaremos de la compañía de Dios, dichosos y felices por los siglos de los siglos.

P. Sergio Cordova
catholic.net