martes, 13 de abril de 2010

FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA

FIESTA de la DIVINA MISERICORDIA
en la PARROQUIA de “JESÚS MISERICORDIOSO”
(GARÍN, DOMINGO 11 de ABRIL de 2010)

El día domingo de la Divina Misericordia constituyó una fiesta para la ciudad de Garín, más precisamente en la jurisdicción de la parroquia de “Jesús Misericordioso”, la cual celebraba sus patronales. La citada parroquia, confiada por el Obispado de Zárate-Campana al instituto religioso de los Discípulos de Jesús y de San Juan Bautista, abarca toda la zona garinense, desde el centro hacia la autopista panamericana, en dirección hacia Pacheco y cuenta con unos 60.000 habitantes.


La fiesta popular, que incluyó una procesión orante y festiva encabezada por el cura párroco, R.P. Salatiel, dj y los hermanos del instituto, culminó en el amplio y luminoso templo parroquial, donde la esperaba el obispo Mons. Oscar Sarlinga, el cura párroco de Ntra. Sra. de Luján y Santos Apóstoles Pedro y Pablo de Campana (P. Joaquín Ocampo Álvarez, dj) y el P. Francisco dj., cura párroco de Santa Teresa de Jesús (Garín-Centro). Una multitud se hizo presente, entre los cuales religiosos, religiosas, jóvenes, familias, niños. El Obispo se refirió a la primera lectura de la Sagrada Escritura (Lectura de los Hechos de los Apóstoles 5, 12-16), en especial a los signos y prodigios que acompañaban a los Apóstoles en la comunidad eclesial primigenia, que es la misma Iglesia nuestra, con todos los dones del Espíritu Santo, y a la fama de aquéllos en el pueblo, a la fama de santidad que con toda verdad se daba sobre ellos, al aumento del número de los que creían en el Señor y a la curación de los enfermos, a tal punto que se ponían lo más cerca posible del paso de San Pedro “para que cuando Pedro pasara, por lo menos su sombra cubriera a alguno de ellos”. Asimismo, dijo Mons. Sarlinga, el maraviloso salmo que acabamos de meditar (SALMO Sal 117, 2-4. 22-24. 25-27ª) nos muestra la importancia de la alabanza para tener paz y prosperidad, aún sin ser exentos de sufrimiento o pruebas: “Sálvanos, Señor, asegúranos la prosperidad. ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: el Señor es Dios, y Él nos ilumina”: bendecir y alabar –dijo- liberan el espíritu de “dolores inútiles”, porque nos asocia al único dolor redentor, que es la asociación a la Pasión de Cristo, y a su gloriosa Resurrección. A continuación el Obispo comentó la segunda lectura (Lectura del libro del Apocalipsis 1, 9-11a. 12-13. 17-19) y destacó como San Juan ve “a alguien semejante a un Hijo de hombre, revestido de una larga túnica”, es decir, a Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, en su estado Resucitado, el cual lo primero que le dice al Vidente de Patmos es que no tenga miedo: «No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo. Escribe lo que has visto, lo que sucede ahora y lo que sucederá en el futuro», y así, de tal modo, dijo el Obispo que tampoco nosotros debemos tener miedo, porque sólo el Señor Misericordiso “tiene la llave de la historia, del sucederse de los hechos y de los acontecimientos, guiados por su Providencia”, para lo cual –acotó- se requiere una colaboración clave de nuestra inteligencia y voluntad libres. A continuación dijo que el fruto de la presencia de Jesús Resucitado es la verdadera “paz”, que es mucho más que la ausencia de conflicto, es “plenitud” (como lo sugiere la noción judaica de “shalom”). En efecto, el evangelio (Evangelio según san Juan 20, 19-31) manifiesta como Jesús expresa a los suyos un deseo-mandato: «¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes.» Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: «Reciban el Espíritu Santo”. Es el Espíritu Santo, precisó, el que nos hace clamar, como el Apóstol Tomás: «¡Señor mío y Dios mío!». “También hoy –comentó Mons. Sarlinga- podemos tener miedo, podemos “mirar al cielo y no tener confianza”, pero, como “Iglesia peregrina”, sabemos que Jesús misericordioso es como el “piadoso Pelícano, cuya imagen tienen Vds. en el frontis de este espléndido altar”, piadoso Pelícano, porque, como narra la leyenda de esta ave, cuando sus hijos están desfallecientes, es capaz de abrirse el pecho para alimentarlos, tanto es el Amor que les tiene, que ha dado la vida por sus hijos, por todos nosotros. Tampoco abandonará a su Iglesia, ni abandonará a nadie que eleve sus ojos a Él pidiéndole paz y el don del Espíritu Santo”.

Los preparativos de la fiesta patronal pueden verse en el siguiente link de radiogarin.com.ar cuya gentileza agradecemos.

http://www.radiogarin.com.ar/Videos/misericordioso.html

En cambio, al concluir la celebración, estaba preparada una “feria artesanal”, por un lado (muy concurrida) y un espectáculo inusual, que consistió en una especie de “auto sacramental” , llevado a cabo por un cuerpo de danzantes (y de ballet) de jóvenes oriundos de Garín, los cuales interpretaron una pieza que se refería a la acción oscura del pecado y de la injusticia, y a la acción liberadora de la Gracia y la Misericordia, tema acorde con la celebración. Llamó mucho la atención a los concurrentes, y el Obispo permaneció durante toda la actuación, que fue muy aplaudida, y al término de ella accedió con mucho gusto a tomarse fotos con los integrantes del cuerpo de danza, todos jóvenes, muchachas y muchachos, a los cuales felicitó.


Cabe destacar que el templo ubicado en ese populoso barrio fue inaugurado el domingo 5 de agosto de 2007, por el Nuncio apostólico Mons. Adriano Bernardini, el cual acudió a Garín, invitado por el Obispo Mons. Oscar Sarlinga, a tales efectos, y consagró el altar y dedicó el templo en una memorable celebración que congregó la multitud más grande que se tenga memoria en esa región, en el ámbito católico. La imagen de Jesús Misericordioso entronizada en dicho templo fue realizadapor una artista pintora de Zárate, quien ya hizo otras obras, entre ellas el San Pablo del colegio homónimo, el ícono de la Resurrección, en la Asociación de fieles de la diócesis de Saluzzo (Italia), "Il Cenacolo" y "la Madonna del Pozzo", de Villa Rosa, entre otras que se encuentran en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, de Zárate. La Santísima Virgen está representada como Nuestra Señora de Itatí, por la gran devoción a dicha advocación por parte de la población de la zona, originaria en gran parte de las provincias del Nordeste, o del Paraguay. El altar fue enriquecido con la talla en metal de la imagen del “piadoso Pelícano”, obra de uno de los hermanos del instituto religioso, proveniente de Lima, Perú.

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